CAP DE CREUS Y PORTBOU. FRONTERAS

Los lugares fronterizos siempre han tenido su aquel y se han escrito muchas historias, reales y ficticias. Hace poco estuvimos en uno de ellos la estación de Portbou en tierras catalanas. Paseando por sus andenes y pasillos piensas en todas las personas que alguna vez cruzaron por esas vias atravesando túneles bien por placer o huyendo de algo o de alguien. Uno de ellos fue Walter Benjamín que murió en extrañas circustancias aunque, muy probablemente le asesinaran.

Al pasar por las antiguas aduanas franco-españolas sueñas en la utopía de vivir en un mundo sin fronteras y  que sólo estuvieran cerradas, a cal y canto, para los que no desean que la gente viva en paz con sus familias o con sus vecinos. Para los ladrones si hay paraísos y no existen fronteras. Algunos son hijos de grandísimos hombres de la patria.  España, Cataluña o Unión Europea, que más da. Resulta curioso que un partido de izquierdas, progresista y republicano pacte con unos señores de derechas, católicos y esquilmadores de todo lo público únicamente para su propio beneficio. Triste pacto solo para conseguir  una consulta, que, aunque lícita no va a llegar muy lejos. Lo que necesitamos es una vuelta de tuerca ya, para todo el estado. Yo también quiero votar pero no como dice otro hombre de la patria. Todas las fuerzas de izquierda, progresistas, ecologistas,  movimientos ciudadanos nacidos del 15-M y personas de bien debemos cambiar este sistema corrupto y asesino que comenzó en 1936 y continua hoy con una transición a la democracia que fue fruto del miedo y la represión
Así cada pais, nación o comunidad, podrá ejercer su derecho a vivir como quiera, con su lengua, con su cultura, sin políticos corruptos, sin monarquias impuestas por dictadores, sin miedo a la policia o al ejército, sin desahucios ni engaños de banqueros mafiosos, sin banderas y sin fronteras. Utopía si, pero somos muchos los que pensando diferente podríamos llegar a un acuerdo sin los que ahora manejan todo el pastel.
No será  fácil pero si lo pensamos bien, todas las personas queremos lo mismo, vivir en paz con nuestros semejantes, familia o amigos, aquí y en Cuenca. O nos movemos o nos seguirán robando y esquilmando. Su avaricia no tiene fin..
¿Odio? ¿Rabia? ¿Ira? ¿Indignación? Digamos que dignidad y rebeldía ante un régimen y sistema impuesto en contra de la mayoría de los ciudadanos y del que no hemos sido partícipes nunca por mucho que los demócratas con carnet digan que si.
¿Democracía 2.0? No, democracia total y universal para todos los inkilinos del mundo.
Ánimo y confianza, seguimos jugando, luchando, viajando y resistiendo.

Pd. El cuadro del Albaycín, que ilustra esta entrada está en la estación de Portbou y curiosamente, las dos o tres personas que trabajaban allí, no sabían que era Granada. Nosotros si, era el lugar que nos esperaba después de cruzar la extinta frontera y aunque hemos vuelto a el, seguiremos soñando con vivir en otro lugar ¿mejor? al menos distinto...Pero eso es otra historia.
El foto-vídeo de Portbou también está dedicado a todos aquellos que cruzaron esa u otra frontera para encontrarse con su persona amada. Nunca ese tiempo será perdido ni muerto.

"Amor mio, estoy en Portbou. Son casi las doce. Al bajar del expreso de Barcelona, no hace ni dos horas, he comprobado que el reloj de la estación estaba parado en las seis y lo he tomado por buena señal. Todo cuanto no marque nuestra hora esta fuera de tiempo y fuera de nuestro tiempo nada me importa. LLevo el abrigo azul y el sombrero del mismo color que tanto te gustaba. Hace frio. Me he vestido como cuando nos conocimos para enlazar directamente con aquellos días, como si el tiempo transcurrido desde entonces no contara, como si no hubiera pasado..."
Carmen Riera "La mitad del alma"

Un poco más al sur, se encuentra  Cap de Creus, con su costa brava aliviada de ladrillo y con el mar mediterráneo bañando las costas catalanas y francesas hasta Turquía desde Tarifa. Es uno de los puntos cardinales de la península ibérica.